Frutas y hortalizas más deliciosas gracias al aprendizaje automático
Según algunas personas, las frutas y hortalizas que se venden en los supermercados a menudo saben a cartón. Para quienes están de acuerdo, existen varios motivos. La mayoría derivan de que el sabor está muy abajo en la lista de lo que la industria alimentaria anima a los obtentores vegetales a priorizar a la hora de desarrollar nuevas variedades. De nuevo, cuando sí que quieren centrarse en el sabor, los obtentores no tienen buenas herramientas para tomar rápidamente muestras de fruta de miles de cultivares.
Ahora, en un sorprendente nuevo estudio, los investigadores de la Universidad de Florida describen un nuevo método para “probar” productos basándose en su perfil químico. También se han encontrado con una gran sorpresa. Durante más de un siglo, los obtentores se han centrado en el dulzor y la acidez cuando han intentado desarrollar cultivares más sabrosos. La nueva investigación muestra que este planteamiento probado ignora aproximadamente la mitad de lo que hace que una fruta u hortaliza sea deliciosa.
El científico agrícola Patricio Muñoz, uno de los coautores del estudio, declara que su equipo ha determinado que en los arándanos, por ejemplo, “tan solo el 40 por ciento [de cuánto gusta una fruta a la gente] se explica por el azúcar y el ácido”. El resto se explica por las sustancias químicas llamados compuestos orgánicos volátiles que percibimos con receptores que se encuentran en la nariz, no en la boca.
Ese hallazgo podría cambiar el futuro de la agricultura. Los investigadores responsables de este estudio han puesto el foco en docenas de variedades de tomates y arándanos, incluidos cultivares comerciales vendidos en supermercados, variedades antiguas más fáciles de encontrar en mercados de agricultores y restaurantes que llevan el producto del campo a la mesa, así como variedades de reciente desarrollo que acaban de salir de programas de obtención.
Fuente: interestingengineering.com